Como siempre, os recuerdo que para la prueba se tienen en cuenta los siguientes criterios generales:
• Corrección formal y gramatical (ortografía, signos de puntuación, etc.).
• Precisión y claridad en la expresión.
• Orden y coherencia de la exposición (estructura de la exposición, argumentación, adecuación a las cuestiones o temas propuestos, etc.).
• Adecuación del discurso a la situación comunicativa y la riqueza de estilo (variedad léxica, sintáctica y uso pertinente de recursos expresivos).
Por presentación y expresión pueden penalizar con hasta dos puntos. Recordad, por tanto, mantener los márgenes adecuadas en la escritura, no cometer faltas de ortografía o de ortotipografía (signos de puntuación, etc.) y mantener un registro formal en vuestras expresiones.
Esta sexta entrada corresponde al segundo apartado, que forma parte del
bloque de conocimiento de la lengua, es decir, se corresponde con preguntas sobre aspectos lingüísticos, como la morfología o la semántica. Se compone actualmente de dos cuestiones con un valor de 2,5 puntos, siendo la primera referida exclusivamente a sintaxis y la segunda al resto de aspectos lingüísticos. Aquí abordaremos la pregunta 4b:
4b. Ejercicios de reconocimiento y uso de la lengua bajo diversas condiciones y con distintas intenciones: (1 punto)
1. Analizar la formación de dos palabras del texto.
2. Explicar el significado de dos palabras o expresiones del texto.
3. Identificar la clase y función de dos palabras señaladas en el texto.
4. Realizar dos transformaciones gramaticales en un texto.
5. Señalar dos marcas de objetividad o subjetividad en un texto.
Hay cinco opciones, de las cuales aparecerá tan solo una en cada modelo de examen, sin poder repetirse la misma opción en los dos modelos. Es decir, si en el modelo A aparece la pregunta 1 (análisis de formación de dos palabras), en el modelo B debe aparecer cualquiera de las otras menos esa.
Como podéis observar, todas las preguntas se relacionan con el texto, por lo que es muy importante que atendáis a su contexto para entender bien qué clase de palabra es y con qué sentido se está usando. Por ejemplo, no significará lo mismo la palabra
banco si estamos ante un texto que habla sobre hipotecas que si estamos ante un artículo sobre biología marina.
La suerte es que la mayoría son ejercicios más bien mecánicos y fáciles de practicar. La excepción la supondría, por ejemplo, la pregunta sobre el significado o las marcas de objetividad y subjetividad.
A continuación, desglosaremos cómo se debe afrontar cada una de estas cuestiones:
1. Analizar la formación de dos palabras del texto.
Como vimos en el
Tema 1, las palabras tienen una doble realidad: el significado (aquello que representan mentalmente en nuestra cabeza, es decir, la realidad a la que se refieren) y el significante (la forma escrita que tienen, el conjunto de letras que conforman una palabra). Pues bien, en este ejercicio tenéis que atender a cómo está formada la palabra distinguiendo cuál es su lexema (o lexemas) y cuáles son sus morfemas, distinguiendo además los tipos de morfemas (flexivo, derivativo...), además de señalar, finalmente, qué tipo de formación es.
Por pasos:
A. Observamos la palabra y localizamos su lexema. Para ello, debemos compararla con palabras de su misma familia léxica, es decir, que comparta su misma raíz. Es más, podemos buscar cuál es su palabra base, es decir, de qué palabra procede originalmente.
Por ejemplo, si nos ponen la palabra "razonable", podemos ver otras palabras que tengan misma raíz:
razonamiento, racional, razón, etc. Todas comparten "ra(z)on", por lo que ese debe ser el
lexema, mientras que todo lo demás serán
morfemas.
Otro ejemplo: "ingrato" comparte raíz con
gratitud o
grato, luego podemos ver que el
lexema es
grat-. Fijaos cómo en "gratitud" se pierde la -o, que en realidad es un morfema flexivo de género.
Cuidado, si la palabra es compuesta, habrá dos o más lexemas, dado que se trata de una palabra creada por la unión de otras:
sordomudo (
sordo + mudo),
sacapuntas (
saca + puntas). Se deben señalar las dos partes como lexemas, teniendo en cuenta la posibilidad de que haya morfemas flexivos (
sordomud-o, sordomud-a), sin embargo, no existe *sordamuda, luego aquí
sordo será todo lexema.
B. Analizamos los morfemas. Para ello, debemos distinguir claramente entre dos tipos: los flexivos (solo indican cuestiones gramaticales de género y número) y los derivativos (que alteran la palabra base en su significado o categoría gramatical, pudiendo ser prefijos, si van antes del lexema, o sufijos, si van después). Hay otro tipo de derivativo que sería el interfijo, una partícula que se debe usar antes de añadir un sufijo, y que suele quedar suelta entre el lexema y el sufijo, veremos algunos casos.
Por lo general, no es frecuente que os pregunten por palabras simples, pero si lo hicieran, estas destacan por solo tener lexema y morfemas flexivos, siempre y cuando sean palabras variables (sustantivos, determinantes, adjetivos y verbos). Por ejemplo: gat- (lexema) -o (morfema flexivo de género masculino) -s (morfema flexivo de número plural). En efecto, se debe señalar todo lo que he puesto anteriormente, aunque podéis abreviar: lex. (lexema), morf. (morfema) flex. (flexivo) gén. (género) masc. (masuculino), por ejemplo.
Ahora bien, lo más normal es que os pongan palabras derivadas o compuestas. Las compuestas ya las hemos mencionado antes. En el caso de las derivadas, se las llama así porque poseen uno o varios morfemas derivativos. Se analizarían de la siguiente forma:
Ingrato:
in- (morf. der. prefijo) -grat- (lex.) -o (morf. flex. gén. masc.)
Razonable:
razon- (lex.) - able (morf. der. sufijo)
Aguacero:
agua- (lex.) -c- (morf. der. interfijo) -ero (morf. der. sufijo)
Veréis que en "aguacero" señalo que hay un interfijo. Esto se debe a que por reiteración en la lengua sabemos que existe el sufijo -ero (
frutero, carnicero, camarero...), pero este a veces requiere de una partícula para añadirse al lexema, como una -c- (
aguacero, carnicero). A eso llamamos interfijo. Por cierto, es muy importante que distingáis bien tanto la a diferencia entre
prefijo y
sufijo como sepáis analizar adecuadamente los morfemas flexivos.
C. Señalar el tipo de formación. Al finalizar vuestro análisis, debéis señalar qué tipo de formación tiene esa palabra. Hay cuatro tipos:
-Palabra simple: solo lexema o lexema con morfemas flexivos. Ejemplo:
sol, gato, mujer, nota...
-Palabra derivada: lexema con uno o más morfemas derivativos. Ejemplo:
soleado, gatuno, mujeriego, notaría...
-Palabra compuesta: dos o más lexemas juntos, con posibilidad de morfemas flexivos. Ejemplo:
tornasol, gatomuso, mujer pantera... Algunas palabras compuestas no requieren estar juntas en una misma palabra física, pero son inseparables para comprender toda la palabra.
-Palabra parasintética: esta suele ser causa de debate. Nosotros la analizamos cuando se dan los siguientes hechos: una composición y una derivación simultánea (
sietemesino: siete + mes - ino) o un prefijo y un sufijo simultáneos, sin existir base previa (
anotar: a- carici -ar). Es decir, no existe la palabra *
sietemés ni
*cariciar, por lo que
sietemesino y
acariciar son parasintéticas.
Sería extraño que aparecieran en esta pregunta, pero os recuerdo que también existe la formación por siglas o por acronimia (Ej.:
AVE: Alta Velocidad Española).
D. Resultado final:
Os debe quedar, por tanto, un análisis similar a este:
Tintero:
tint- (lex.) -ero (morf. der. sufijo). Palabra derivada.
Ingratitud:
in- (morf. der. prefijo) -grat- (lex.) -itud (morf. der. sufijo). Palabra derivada.
Adinerada:
a- (morf. der. prefijo) -diner- (lex.) -ada (morf. der. sufijo), siendo además
-a (morf. flex. gén. fem). Palabra parasintética.
Como podéis observar, es un ejercicio mecánico, sencillo y rápido de realizar. Cuanto más lo practiquéis, mejor.
Consulta las demás cuando estén disponibles en:
2. Explicar el significado de dos palabras o expresiones del texto.
3. Identificar la clase y función de dos palabras señaladas en el texto.
4. Realizar dos transformaciones gramaticales en un texto.
5. Señalar dos marcas de objetividad o subjetividad en un texto.